A menudo los otorrinolaringólogos escuchan la expresión: Me salió sangre del oído.
Es importante conocer las causas de este síntoma para saber cómo enfrentarlo correctamente. A continuación te damos a conocer las causas y cuándo es recomendable que acudas con el especialista.
Causas: ¿Por qué me salió sangre del oído?
Las causas más comunes por las que sale sangre del oído incluyen las siguientes:
- Introducir objetos extraños a nuestro oído: esto suele suceder más que todo en los niños, ya que insertan cualquier juguete en su oído sin pensarlo antes. También puede deberse a que haya un insecto dentro, lo cual sería más grave de lo que parece llegando a afectar incluso la audición.
- Recibir golpe fuerte en la cabeza: esto puede ser debido a un accidente que se tiene, del tipo caída o automovilístico. El hecho es que cualquier impacto fuerte en la cabeza puede romper o sentir nuestro tímpano.
- Introducir hisopos con algodón al oído, estos sólo son de uso externo: es importante tener en cuenta que la función de los hisopos es de limpiar el área externa de nuestra oreja, donde sin querer se acumulan residuos de la cera que se limpia sola en nuestro oído. No debemos insertar los mismos en el oído.
- Infección del oído medio: se trata de un tipo de infección en el conducto auditivo, también conocido bajo el nombre de otitis media. Comúnmente la padecen los niños recién nacidos, en edad de lactancia, y los niños hasta los 5 años aproximadamente. En ocasiones suele presentarse como un síntoma de una gripe común con dolor de garganta simultáneo.
- Mastoiditis: se le conoce con este término a la inflamación del hueso ubicado detrás de la oreja.
- Otitis aguda: se le conoce a todos los tipos de infecciones referentes al oído, o inflamaciones del mismo.
- Glomo timpánico: suele ser un tumor del tipo benigno, se desarrolla a partir de las células de glomo que se encuentran en los vasos sanguíneos de todo nuestro cuerpo.
Me salió sangre del oído, ¿debo acudir al médico?
Es importante
- Secreciones de color blanco o amarillento.
- Secreción tras haber recibido un golpe o lesión.
- Fuerte dolor de oído.
- Hinchazón de toda la zona de la oreja.
- Color rojizo en el área auditiva.
- Más de 5 días de sangrado o secreciones saliendo del oído.
- Presentar la combinación de secreciones en el oído, fiebre y dolor de cabeza.