¿Buscas información acerca del tratamiento para otitis media? Esto te puede interesar.
La otitis media, es una infección viral o bacteriana del oído medio, que causa que el área detrás del tímpano llamada oído medio se inflame y se infecte. Es la infección más común para la cual se recetan antibióticos para niños.
¿Cuál es el tratamiento para otitis media?
El tratamiento para otitis media puede ser:
Medicación
- La otitis media a menudo se trata con antibióticos. Para reducir las posibilidades de que la infección regrese, es muy importante tomar los antibióticos con regularidad y finalizar todo el tratamiento, incluso si los síntomas mejoran rápidamente. Existen varios antibióticos que se pueden usar para tratar la otitis media. Al decidir qué antibiótico es el mejor, el médico considerará la historia de alergia a la medicación, si las infecciones son recurrentes y si las bacterias pueden ser resistentes a ciertos antibióticos. El tratamiento generalmente se administra de 5 a 10 días dependiendo de la edad y de la gravedad de la infección.
- Algunas infecciones del oído son causadas por virus y algunas infecciones mejoran sin tratamiento con antibióticos. Un corto período de espera vigilante durante 24 a 48 horas en lugar de antibióticos puede ser apropiado para niños mayores de 6 meses con síntomas mínimos que no tienen infecciones recurrentes o diferencias estructurales en los oídos, y no tienen un alto riesgo de complicaciones.
- Los antihistamínicos pueden ayudar a las personas que tienen alergias e infecciones del oído. Pero ningún otro medicamento además de los antibióticos curará la infección de oído si es causada por bacterias. Los analgésicos se pueden usar para aliviar el dolor de la infección y disminuir la fiebre de un niño.
Cirugía
Se puede recomendar una cirugía si la infección no responde al tratamiento o si su hijo tiene infecciones de oído recurrentes. Las opciones de cirugía para la otitis incluyen:
- Eliminación de adenoides. Se puede recomendar que las adenoides se extirpen quirúrgicamente si están agrandadas o infectadas y si su hijo tiene infecciones recurrentes del oído.
- Miringotomía. La acumulación de líquido en el oído medio puede drenarse quirúrgicamente. En un procedimiento llamado miringotomía, se hace una pequeña abertura en el tímpano para que el líquido se drene o pueda ser succionado. Este procedimiento también permite que el aire llegue al oído medio, lo que iguala la presión y facilita el drenaje por la trompa de Eustaquio. La causa de la acumulación de líquido también debe ser tratada. Por ejemplo, si las reacciones alérgicas son las culpables del bloqueo de la trompa de Eustaquio, entonces se pueden administrar antihistamínicos para aliviar las alergias.
- Tubos de oído. Si hay una infección crónica o acumulación de líquido detrás del tímpano, y especialmente si hay una pérdida de audición, se puede insertar un pequeño tubo en la abertura realizada mediante la miringotomía. Estos dispositivos, permiten que el aire ingrese al oído y que cualquier fluido se drene. La mayoría están diseñados para caerse dentro de los 6 meses a 2 años. En el raro caso en que los síntomas vuelvan a aparecer, los tubos pueden reemplazarse.
- Timpanoplastia. Si el niño tiene un orificio permanente en el tímpano que está causando otitis media crónica, el tímpano puede repararse mediante un procedimiento llamado timpanoplastia.
Es difícil prevenir las infecciones de oído ya que muchos niños, especialmente los que asisten a la guardería, son susceptibles a los resfriados. Los regímenes de lavado de manos cuidadosos pueden ayudar a reducir la posibilidad de resfríos, por lo que es importante recordarles a sus hijos que se laven la mayor cantidad de veces posible.
La lactancia materna parece disminuir las posibilidades de desarrollar infecciones de oído entre bebés y niños al ayudar a aumentar su inmunidad. Otra buena medida preventiva es mantener su hogar libre de humo ya que la exposición al humo de segunda mano aumenta el riesgo de infecciones del oído medio. La inmunización con la vacuna antineumocócica puede disminuir la probabilidad de contraer infecciones de oído causadas por ciertos tipos de bacterias.